basílica de San Antonio de Padua

Al norte de Italia, a solo 40 kilómetros de Venecia, se localiza Padua, un importante enclave económico y cultural. Su prestigiosa universidad y su pasado histórico y artístico la convierten en un lugar repleto de cosas por descubrir. Hoy os propongo un paseo por esta ciudad del suroeste de la región del Veneto.

 

basílica de San Antonio de Padua

Viajar a Padua es conocer su rico legado cultural, visitar sus monumentos y extasiarse con su arte y su arquitectura. Ahora les cuento que lugares no pueden dejar de ver si  llegan  a caer por esta magnífica ciudad italiana.

 

Monumentos eclesiásticos

La basílica de San Antonio de Padua es uno de los mayores atractivos culturales de la ciudad. A la iglesia de Il Santo, como se la conoce también acuden muchísimos peregrinos todos los días. Esta joya de la arquitectura religiosa comenzó a construirse hacia 1232 para acoger los restos de San Antonio. Sus paredes están profusamente decoradas con relieves de mármol que narran la vida del santo.

También destaca la capilla Scrovegni, con su espectacular bóveda azul celeste que cubre los preciosos frescos de las paredes pintados por Giotto, entre 1303 y 1305. De entre todas las obras de arte que os encontraréis en la capilla, destacan las 38 escenas del Juicio Final que decoran la pared de la entrada.

El Duomo de Padua merece una visita, al igual que su baptisterio románico que es lo único que sobrevive de la catedral del siglo IV que era. En el interior hay una gran cantidad de frescos que retratan temas bíblicos.

Además de la gran cantidad de monumentos de carácter religioso, en Padua hay otras muchas cosas que hacer, como pasear por el Orto Botánico, el jardín botánico más antiguo de Europa, o dar una vuelta por el Prato Della Valle, una de las plazas más grandes e interesantes de Italia