José María Morelos y Pavón es uno de los personajes más icónicos de nuestro país. Su imagen abunda en innumerables monumentos, pinturas y obras escénicas. Sin embargo, pocas veces nos cuestionamos una de las prendas con las que se le representa: el paliacate. No sabemos cómo era realmente su cabello, facciones del rostro y color de piel, pero lo reconocemos gracias a su pañoleta.
Las pañoletas tienen múltiples usos, pueden servir tanto para la ornamentación de la persona, como para cuestiones de salud en los campos de batalla. También es un símbolo bélico y revolucionario, como actualmente lo usan los indígenas zapatistas. Todo ello va muy de acuerdo con la personalidad de José María Morelos y Pavón, sin embargo, ¿pudo ser que le sirviera para algo más?
José María Morelos nació en 1765 en Valladolid, ciudad que hoy en día conocemos como Morelia. Ganó una gran fama como estratega militar, cosa que inicialmente no imaginó. Inició su carrera a los 25 años de edad, cuando entró al Colegio de San Nicolás en Valladolid. Posteriormente ingresó como seminarista para realizar la carrera eclesial.
Cuando se enteró que su antiguo rector, don Miguel Hidalgo y Costilla, sería excomulgado por encabezar la causa insurgente, acudió a visitarlo. En aquella reunión Morelos quedó persuadido por la causa revolucionaria y se unió al movimiento.
En cuanto al paliacate, existen dos teorías: La primera de ellas narra que el sacerdote padecía constantes dolores de migraña, con lo cual mitigaba los malestares. Otra posible razón, es que debido a que era afrodescendiente, se colocaba el paliacate para verse más mestizo de lo que era. Dicha medida podría haberle ayudado a encontrar más adeptos entre los estratos indigenas y afromexicanos.