En pleno corazón de la Riviera Maya, a unos 110 kilómetros al sur de Cancún, se encuentra el acuario natural más grande del planeta y quizá también el más bello. Visitarlo y disfrutar de las muchas actividades que ofrece será toda una experiencia para toda la familia. Y es que en esta reserva natural podréis descubrir maravillosos tesoros, gracias a su ecosistema que se mantiene intacto a pesar del paso del tiempo.
El parque Xel-Há es un conjunto de caletas, cuevas y lagunas formadas por el agua de uno de los ríos subterráneos de mayores dimensiones que existen. Se enmarca en un entorno de asombrosa naturaleza, donde las posibilidades para el disfrute son infinitas. Podréis sumergiros en estas aguas cristalinas y practicar snorkel junto a la inmensa variedad de peces tropicales y las más de 90 especies marinas que allí habitan.
La protección del ecosistema, el objetivo primordial
Los visitantes del Parque Xel-Há descubren un universo increíble de vegetación y naturaleza. Un ecosistema preservado con celo que se mantiene intacto gracias al afán por proteger la flora y fauna autóctonas. Son muchos los programas de educación ambiental y conservación del entorno que allí se desarrollan, así como proyectos de protección de especies como el caracol rosa o los manatíes, por ejemplo, ambos en peligro de extinción.
Además de descubrir este paraíso natural recorriendo sus senderos y caminos que se adentran en la selva, también se pueden realizar rutas guiadas por la reserva para conocer más sobre la civilización maya (el parque se localiza a tan solo 9 km. de la ciudad arqueológica de Tulum).
Te puede interesar:Playas de Cancún y la Riviera Maya
Un lugar para disfrutar
Entre las actividades que ofrece el parque, los visitantes pueden nadar junto a los inteligentes delfines, practicar snorkel, caminar por el fondo marino junto a miles de peces multicolores, observar las rayas en su habitat natural, e incluso disfrutar de un masaje en el spa del parque. Desde luego, una experiencia única detrás de otra.