En México, existe un pintoresco Pueblo Mágico de estilo colonial en el cual encontrarás diversos edificios históricos, y que además destaca por la tradición de consumir dos bebidas muy populares entre los mexicanos: el pox y el carajillo.
Se trata de San Cristóbal de las Casas, cuyas calles empedradas, casitas de colores y su catedral –construida en 1528–, lo han convertido en uno de los destinos más románticos y bonitos del país, ideal para un viaje en pareja o una boda de ensueño.
En el lugar te encontrarás una gran cantidad de sitios que venden pox, una bebida que proviene de la destilación del maíz y el piloncillo, aunque otra bebida típica de este lugar es el carajillo, una herencia cubana que destaca por el uso de café y Licor 43. Chiapas, al ser uno de los estados con mejor café en México, es sin duda la región ideal para probar una de las mejores versiones de esta bebida digestiva.
Su producción de café se centra en las zonas más importantes del estado como: Ocozocoautla, San Cristóbal de las Casas, Copainalá, Comitán, Ocosingo, Yajalón, Motozintla y Tapachula.
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Recorrer San Cristóbal de las Casas es oler a café y a dulce de caramelo mientras caminas, este destino es un lugar lleno de vida y fiesta.
Además, el Pueblo Mágico alberga obras arquitectónicas del barroco, como la Iglesia de Santo Domingo y la Iglesia de San Nicolás, y cuenta con una gran cantidad de museos y bibliotecas dedicadas a la cultura maya.
Este destino es uno de los más importantes para la difusión de la cultura y el trabajo de artesanos locales, es por eso que su mercado de artesanías es una parada obligada. La fiesta del fuego del carnaval de San Juan Chamula destaca por sus raíces prehispánicas que rescatan el folklore de los pueblos indígenas de las zonas aledañas a este Pueblo Mágico.
No te vayas de San Cristóbal de las Casas sin probar el pox, bebida que alegra el corazón y lleva consigo la herencia maya que curaba el corazón y el alma. Esta bebida es preparada por los habitantes de la zona de los Altos de Chiapas y es un destilado que lleva maíz, piloncillo y agua de manantial, el cual se hacía para honrar a los dioses y sobre todo para sanar el alma desde la perspectiva espiritual.
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