La Costa Brava es una de las zonas más bonitas de España. No son pocos los turistas que deciden decantarse por el litoral catalán situado más al norte para disfrutar de unas vacaciones de sol y playa en las que no falta la buena gastronomía.
Si quieres saber más para exprimir al máximo tus días de ocio y relax en la Costa Brava, te recomendamos estar atent@ a lo que te contamos a continuación.
Alquilar un barco
Uno de los mejores planes que puedes llevar a cabo este verano, especialmente si te encuentras en esta región tan popular del norte de España, es el de alquilar un barco en la Costa Brava para descubrir toda su belleza en primera persona, sintiéndolo de una forma muy especial.
El hecho de contar con una embarcación es una ventaja por varias razones. En primer lugar porque puedes llegar a calas escondidas en las que bañarte con toda la privacidad del mundo y en un ambiente idílico, pero también porque se trata de un plan muy especial que merece la pena experimentar como mínimo una vez en la vida. Cala Trons, por cierto, es una de esas calas escondidas que te recomendamos por la belleza de sus aguas y por su arena fina. Además, es un lugar perfecto para practicar snorkel.
Ver la Costa Brava desde otra perspectiva no tiene precio. Y además, si tienes suerte, hasta podrás compartir tu viaje con los delfines que merodean la zona.
Deleitarse con la gastronomía de la zona
En la Costa Brava se come muy bien. Hay varios restaurantes con estrellas Michelin, y de hecho allí estaba el que fue considerado como mejor restaurante del mundo en 2002, 2006, 2007, 2008 y 2009. Me refiero a El Bulli, donde se hizo muy popular el cocinero Ferran Adrià.
Puedes pedir paella, pescado y marisco fresco, que son sin duda alguna platos con los que vas a disfrutar. Además, no dejes de probar especialidades como el suquet de peix, les anxoves de L’Escala o las gambas de Palamós. Puestos a elegir, intenta hacerlo en un restuarante con terraza situada en primera línea de playa.
Los increíbles Caminos de Ronda
Son muy populares y lo cierto es que no nos extraña en absoluto. Quien ha tenido la oportunidad de dejarse ver por los Caminos de Ronda sabe que la caminata merece la pena. Bordeas la Costa Brava andando descubriendo todo tipo de rincones que normalmente no son visibles para quienes solo se mueven en coche o en moto. El que va desde Calella de Palafrugell hasta Llafranc es uno de los más bonitos que puedes hacer, pero no es el único que te dejará impresionado. Faros, acantilados, pueblos preciosos… La experiencia merece la pena.