Una de las formas de recorrer España es a través de sus monumentos. Además de catedrales, iglesias, museos, plazas… también hay otros edificios u obras arquitectónicas que tienen un gran valor artístico e histórico, aparte de ser muy bellas. En este caso, nos vamos a centrar en los teatros, que se están repartidos por todo el territorio nacional.
Los teatros
Uno de los teatros más famosos y conocidos de España por su importancia es el Teatro de Mérida. Se inauguró el siglo I a. C. en esta localidad, que entonces se llamaba Ermita Augusta. Dos mil años después, sigue siendo un enclave importante desde el punto de vista artístico no solo de Extremadura, sino de toda España. Y es que muchas personas lo visitan para observar toda su arquitectura y arte, pero también para ver obras y espectáculos como el Festival de Teatro Clásico.
Otro de los teatros con más historia, aunque menos que el de Mérida, es el Teatro Real de Madrid. En este caso, nos remontamos al año 1818, fecha en la que se colocó su primera piedra. Su inauguración se produjo en 1850. Es un edificio con un alto valor histórico y que está rodeado de un importante entorno, el Madrid de los Austrias. Además de su exterior, destaca por los salones con muchas obras de arte, que reproducen el ambiente de las óperas que albergaba en el siglo XIX.
El listado de teatros también incluye al de Lope de Vega en Sevilla, que se edificó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 para albergar el Pabellón de Sevilla. Hoy en día, sigue acogiendo actuaciones. En una temporada media, acoge alrededor de 180 representaciones por temporada con piezas teatrales, conciertos de música clásica y espectáculos de flamenco.
De gran belleza y con mucha historia está el Corral de Comedias de Almagro, que está declarado Monumento Nacional. Además, un dato llamativo es que es el mantiene la estructura original del siglo XVII, siendo el único en su estilo, aparte de ser un perfecto ejemplo del Teatro español del Siglo de Oro.
El Teatro Leal, en La Laguna (Islas Canarias) es otro de los destinos dentro de esta ruta teatral. Aquí nos encontramos con un edificio en el que hay que fijarse en su fachada, así como en su estilo, que puede definirse como un tanto ecléctico. En él, nos encontramos reminiscencias del modelo de Antonio Pintor Ocete, quien fue un arquitecto gaditano al que se le atribuyen obras como el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Es todo un ejemplo de la arquitectura civil canaria de los primeros años del siglo XX.
Y en Cataluña se encuentra el Gran Teatre del Liceu, que está en la Rambla de Barcelona. Sus orígenes se remontan al año 1847, fecha desde la que se convirtió en todo un referente en el sector artístico y no solo de Cataluña, sino a nivel mundial. Al entrar, hay que fijarse en el vestíbulo de estilo neorrenacentista y la gran escalinata, así como el salón de los espejos.
También en Vigo hacemos parada para visitar el Teatro García Borbón, conocido como Teatro Afundación. Este edificio se construyó con granito blanco que procedía de las canteras Castrelos. Su diseño fue realizado por Antonio Palacios, quien fue el mismo arquitecto del Palacio de Cibeles y el Círculo de Bellas Artes de Madrid, entre otros.
Ya en Bilbao, hay que visitar el Teatro Arriaga, que se inauguró en 1890. Entre sus elementos más llamativos o característicos están la fachada curvada de estilo neobarroco. El edificio se conserva bastante bien tras ser restaurado a raíz de varios siniestros que le han afectado como un incendio y las lluvias torrenciales, que tuvieron lugar en los años 1914 y 1983, respectivamente.