Hoy vamos a seguir recorriendo España con la caravana o la autocaravana para conocer otros sitios –algunos de ellos muy turísticos-, pero desde un punto de vista diferente. Y es que esta forma de viajar permite hacer paradas en parajes que normalmente no forman parte de los principales circuitos turísticos. En esta ocasión, la ruta nos adentra en los valles del Jerte y del Ambroz.
Valle del Jerte
La primera parada que hacemos en esta ruta es precisamente en el Valle del Jerte. Más que conocido por sus cerezas, esta zona es una parada obligatoria por la belleza de este paraje.
Cierto es que es más bonito entre los meses de marzo y abril, período en el que se produce la floración de los cerezos, pero en esta época del año también tiene mucho encanto.
Municipios
Además de los paisajes de la naturaleza, el recorrido nos lleva a adentrarnos en Hervás. Este municipio de la provincia de Cáceres, se caracteriza por sus calles empinadas y estrechas. Dentro de esta localidad, no hay que perderse el Barrio Judío, que se empezó a gestar en el siglo XV con la llegada de las primeras familias. Algunas de sus edificaciones se conservan tal y como eran. De hecho, aquí están las juderías mejor conservadas de España.
No hay que dejar Hervás sin visitar la Iglesia de San Juan Bautista, el Convento de los Trinitarios y la Iglesia de Santa María, entre otros muchos atractivos. Una vez finalizada la visita, el recorrido lleva a Baños de Montemayor, conocido por sus balnearios, para continuar al puerto de Tornavacas y seguir el camino a Cabezuela del Valle, cuyo casco histórico se diferencia por romper la estructura lineal del resto de villas y por una peculiar forma triangular que, en parte, es responsable de que esté declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Desde ahí se continúa a Navaconcejo para ver las casas arquitectónicas típicas de este valle por sus balcones voladizos y aleros. La siguiente parada es Cabrero para ver la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, continuando con Valdestillas donde está la iglesia de Santa María de Gracia.
El recorrido acaba en Casas de Castañar, que es uno de los mejores lugares para degustar la gastronomía típica (las migas extremeñas, el queso de cabra o los embutidos serranos, entre otros platos) y en Plasencia para ver su muralla y diferentes monumentos religiosos como la Catedral Nueva de Plasencia. No hay que perderse su casco histórico que es Bien de Interés Cultural.