
En siguiente fotografía es motivo más que suficiente para soñar con los paraísos terrenales que aún quedan en nuestro planeta. Cada vez son menos, pero aún es posible visitar estos lugares e imaginar cómo era la Tierra antes de que los seres humanos la poblasen
La cascada que brota y se deja caer en medio de la lujuriante vegetación podría muy bien ser parte de un escenario ficticio, creado por ordenador para alguna película completamente irreal. Pero es muy real: existe y forma parte de uno de los más hermosos rincones de la Tierra. ¿Quieres saber dónde se encuentra?
Su nombre es cascada de Gitgit y se halla en el norte de la isla de Bali (Indonesia). Es uno de los lugares de mayor interés turístico natural del país y su altura ronda los treinta y cinco metros. Además de la belleza de la propia caída de agua, el entorno de vegetación plenamente tropical que la rodea convierte a este lugar en un enclave de ensueño para darse todo un baño en el Paraíso. Si tienes la intención de viajar a Bali, no puedes dejar de visitar este lugar: se encuentra en la comarca de Gitgit, en el subdistrito de Sukasada y a unos diecisiete kilómetros de la ciudad de Singaraja.
El entorno que rodea al paraje de la cascada está también lleno de belleza e interés. El trayecto hasta allí permite al viajero contemplar las laderas escalonadas en las que se cultiva el arroz, y muy cerca del enclave podremos visitar también el Lago Buyan, admirar los paisajes del Monte Catur y acudir al templo de Tanah Lot, que se alza sobre una enorme roca en el mar. Contemplar la puesta de sol en este mágico lugar es algo que ningún viajero que acuda a Bali debería dejarse en el tintero.