La Costa Chica de Guerrero es un espacio geográfico de gran fertilidad, humedecido por distintos cuerpos de agua, como, por ejemplo, ríos y lagunas de enorme belleza y el vasto Océano Pacífico.
Es una zona del territorio mexicano en el cual la naturaleza nos presenta sus mejores facetas y en donde tienen su hábitat particular exóticas especies de plantas y animales.
Los mejores atractivos turísticos de la Costa Chica, Guerrero
Por supuesto, la ruta de la Costa Chica, Guerrero, es de enorme interés para los aficionados al ecoturismo y la aventura.
En esta parte del estado de Guerrero se concentran distintas etnias, mismas que enriquecen en gran medida el entorno cultural de la zona. Amuzgos, chatinos y mixtecos, así como también la población mestiza y afromexicana, todos ellos dotan a la Costa Chica y sus comunidades de una notable variedad cultural.
Eso se hace patente en su gastronomía, su producción artesanal, sus vestigios arqueológicos, su música, sus bailes regionales y sus festividades típicas.
Los mejores sitios para visitar en la Costa Chica, Guerrero
No es sencillo destacar cuáles son algunos de los mejores sitios para visitar como parte de la ruta de la Costa Chica, Guerrero.
Uno de ellos es Copala, municipio que destaca por su pureza silvestre, con playas de ambiente virginal y una gran abundancia de tortugas marinas. Cuajinicuilapa también es un lugar imperdible por su valía ecoturística y los bailes típicos que cultivan los habitantes de la región.
La Costa Chica de Guerrero es un territorio fértil, bañado por diversos ríos y lagunas de la región, así como por el imponente Océano Pacífico. La naturaleza muestra lo mejor de sí misma con su flora y fauna exuberantes, al tiempo que la calidez y alegría de la gente contagian al viajero.
El fascinante ambiente cultural de la Costa Chica, Guerrero
En esta zona se reúnen diversos pueblos: por un lado están los habitantes originarios —mixtecos, chatinos y amuzgos—; por otro, la población afromexicana y la mestiza.
Esto da a la región una enorme diversidad en artesanía, gastronomía, arqueología y vestido, y también un carácter propio: el baile, la música alegre y la fiesta no terminan nunca.
Te puede interesar:Motivos por los que Tulum es uno de los sitios más de moda de MéxicoNo es fácil resumir todos los atractivos de la Costa Chica, pero hay algunos imprescindibles.
Copala y la Costa Chica, Guerrero
Uno de los municipios con más atractivos para los amantes de la naturaleza es la semivirgen playa Ventura, rodeada de flora abundante.
Hasta aquí llegan especies de tortugas como golfina, laúd (la más grande del mundo), carey y prieta, y los viajeros pueden ayudar a liberar sus huevos. La Casa de Piedra es una hermosa playa cuyas rocas apiladas son irresistibles para quienes gustan de escalar. Para acabar el día, es posible instalarse en una cómoda cabaña, o bien, acampar.
Cuajinicuilapa y la Costa Chica, Guerrero
El Refugio de la Tortuga Marina, entre las playas Tierra Colorada y Punta Maldonado, es una zona protegida, lo que no impide que viajeros conscientes acompañen a las recién nacidas en su recorrido hacia el Pacífico. También se puede visitar el Museo de la Tercera Raíz —sobre la historia e influencia africana en México— y presenciar algunas de las danzas típicas de la zona.
Florencio Villarreal y las costas de Guerrero
En Cruz Grande, cabecera municipal, se celebra una importante fiesta en honor a la Santa Cruz durante mayo.
En esta visita, hay que aprovechar para conocer el Jardín Central y comprar las artesanías en barro —es- pecialmente comales— que aquí se elaboran. También se deben probar los sabores únicos de la región, como el mole de guajolote o el cerdo en chileajo y un vaso de refrescante chilate, bebida preparada con maíz, arroz y cacao.
Lo mejor, sin embargo, son las riquezas naturales: aquí hay playas semivírgenes como Pico del Monte, cerca de la cual también es posible visitar una zona arqueológica del pueblo yope, que conserva in- teresantes vestigios de esta cultura.
Un sitio que no hay que perderse es la bellísima laguna de Chautengo, en la que además de pesca se pue- den realizar deportes acuáticos y largos paseos con vistas increíbles, una oportunidad única para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Marquelia y la Costa Chica, Guerrero
Éste es un destino irresistible, bañado por el océano, arroyos, lagunas y una cascada.
Un secreto bien guardado de la zona son las hermosas playas vírgenes de La Bocana y Peñitas, que sin duda vale la pena descubrir, junto con el santuario de las Garzas Blancas que alberga flamencos rosas, cigüeñas, patos canadienses y, por supuesto, garzas blancas.
Te puede interesar:Playas de Catemaco, VeracruzLa aventura concluye con una muestra de la fantástica gastronomía local: pescados, ca- marones y langostinos cocinados en las formas más variadas.
Ometepec
La historia más antigua de la Costa Chica se cuenta en la zona arqueológica Piedra Labrada, un centro ceremonial de unos 3,000 años de antigüedad en el que se han encontrado piezas olmecas y teotihuacanas.
En este muni- cipio también puede visitarse la Parroquia de Santiago Apóstol, considera- da monumento histórico, y detenerse a comprar artesanías tejidas que se ofrecen en el tianguis sabatino.
San Marcos
Un destino turístico que ha sido planeado integralmente para dar la bien- venida a los viajeros y que, pese al crecimiento en infraestructura, no ha per- dido su ambiente tradicional.
Es famoso por su carácter festivo: hay que ir durante la Fiesta Regional dedicada al santo patrono, en que la alegría gen- eral se contagia con facilidad.
Si se desea algo más tranquilo, hay que dar una vuelta por la laguna de Tecomate, donde se pesca mojarra, lisa y camarón, productos que, después, se deben probar en sus diferentes especialidades.
Xochistlahuaca
Una zona indígena amuzga que conserva sus usos y costumbres, sobre todo en fiestas, vestimenta tradicional y gastronomía.
Son imprescindibles platillos como la barbacoa de chivo o de becerro, las patitas de cerdo y muchos tipos de tamales: envueltos en hoja de plátano o maíz, de arroz o frijol y nejos (preparados con ceniza).
Para comprar artesanías tejidas hay que visitar el Museo Comunitario Amuzgo y la Casa Textil.