Los aficionados a la naturaleza y a las actividades rurales seguro que conocen el Parque Natural de Yosemite, pero para aquellos que todavía no, les invito a dar un pequeño paseo por este asombroso rincón natural de San Francisco, en el estado norteamericano de California.
Uno de los parques más famosos del país, gracias a sus impresionantes acantilados de granito, sus espectaculares saltos de agua y su gran diversidad biológica.
Un destino perfecto para alejarse del estrés que provocan las grandes urbes y disfrutar de la paz y de la tranquilidad que ofrece el contacto directo con la naturaleza más auténtica de esta región norteamericana. De hecho, Yosemite presume de ser uno de los hábitats más grandes de Sierra Nevada, con algo más de 3.000 kilómetros cuadrados, y está declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El Parque es muy popular por los más de 1.300 km de senderos por donde es posible disfrutar de un agradable paseo, sin necesidad de ser todo un experto excursionista. Aunque los viajeros más aventureros pueden practicar escalada en roca, siempre y cuando el tiempo acompañe, rafting, patinaje sobre hielo o caminatas en la nieve.
Así que tienes unos cuantos motivos para acercarte a descubrir con tus propios ojos esta maravilla de la naturaleza. No te lo pienses más y concédete ese merecido descanso con el que tanto tiempo llevas soñando, lejos del bullicio de las ciudades, y en un entorno que parece recién salido de un bonito cuento. La oportunidad perfecta para descubrir la auténtica cultura americana y su naturaleza más característica.
Toma buena nota de este parque y empieza a horrar para que en tu próxima escapada puedas descubrir por ti mismo esta joya natural que te dejará sin palabras. Uno de esos destinos que únicamente parecen existir en nuestra imaginación.
