Todos los noviembres desde hace 30 años, un marine de los Estados Unidos se para en una esquina de Nuevo Laredo, Tamaulipas, a la espera de que venga por él una mujer de la que se enamoró en su juventud.
La gente de la zona lo ha nombrado como “El soldado enamorado”, aunque su nombre real es Esteban, quien siempre llega ataviado con su uniforme de gala.
Cuando alguien le pregunta qué es lo que hace, él solo contesta que espera a Cecilia.
Cecilia no llega al encuentro con su “Soldado enamorado”
Pero a pesar de las muestras de amor, la mujer, quien se sabe vive muy cerca de donde este militar se para cada año (esquina de Reynosa y 15 de Septiembre), y en algunas ocasiones los catorces de febrero, no llega a su encuentro, porque muchos dicen que ella ya está casada, con familia e incluso nietos.
Durante los últimos 30 años Esteban se ha presentado sin importarle el mal clima o incluso la inseguridad en la región, por eso se ha ganado la admiración de muchos, como la usuaria de Facebook, Lulú Garza, quien publicó imagen de “El soldado enamorado” para que más gente lo conociera y le ayudaran a encontrar a Cecilia.
Una promesa que había que cumplir
Fue el pasado 14 de febrero cuando mucha más gente conoció la historia de este marine de los Estados Unidos, ya que además de aparecer vestido con su uniforme de gala, también se mostró con un ramo de flores para ella, quien de nuevo no apareció.
De lo poco que se sabe de este hombre es que hace 30 años cruzó la frontera para pasar un buen rato, sin sospechar que durante esa visita a México conocería al amor de su vida, quedó prendido a ella por su trato amable y belleza, fueron novios por unos días y luego él se tuvo que marchar para cumplir con sus obligaciones militares.
Ambos se prometieron amor y matrimonio, pero por razones desconocidas su relación ya no pudo darse, sin embargo él le prometió volver cada año hasta que ella accediera a unirse con él, y así lo ha hecho ininterrumpidamente.
¿Acoso?
Por lo pronto en redes sociales se ha armado una rebatinga porque consideran el actuar de este marine estadounidense como acoso hacia aquella mujer, sin embargo otras personas han salido en su defensa diciendo que no es así, porque “El soldado enamorado” nunca toca a su puerta ni la busca por otros medios que no sea pararse en la misma esquina.