Barcelona es una de las ciudades de moda del panorama europeo. En los últimos años se ha convertido en un destino de referencia, un hecho que ha posibilitado que muchas propuestas heterogéneas o imaginativas prosperen. La Ciudad Condal es un municipio vivo, donde también existen tiendas especializadas para todo tipo de públicos. Hoy os queremos hablar de un lugar muy especial, un polo de atracción friki que escapa de los elementos más arquetípicos que definen a la urbe catalana: Galeries Maldà, una serie de comercios tematizados ubicados en la céntrica calle de Portaferrissa. Una especie de Camden Town catalán que no dejará a nadie indiferente, y un recinto que constituye por sí mismo una nueva ruta temática que se suma a otras ya existentes.

Su fórmula de éxito se basa en dos principios claves: por un lado, la gran especialización de sus tiendas, y por el otro, su distribución espacial. Los comercios se encuentran muy próximos unos de los otros en el espacio físico y eso provoca que se genere un hilo argumental. Los amantes del cine y de las grandes franquicias audiovisuales de nuestra era, ven en las galerías Maldà una zona donde encontrar productos relacionados con sus ficciones favoritas.

Hace 10 años, este centro comercial constituía un espacio prácticamente abandonado, un recinto que no supo gestionar correctamente el avance del tiempo y que progresivamente se dejó morir. Ante esta situación, Rubén Sánchez, fundador de «Reino de Juguetes», vio la posibilidad de reconvertir este local lúgubre en una especie de templo para el frikismo. La primera tienda temática que se inauguró fue una centrada en el universo de Harry Potter. La franquicia cinematográfica cuenta con una legión de fans devotos en nuestro país, Potterheads acérrimos que quieren adquirir todo tipo de productos relacionados con la obra de J.K. Rowling.

El éxito fue tal, que actualmente ya son tres las tiendas centradas en la historia del joven mago. Una dedicada a la joyería, una segunda con piezas textiles y otra que ofrece todo tipo de regalos imaginativos.

Ante esta situación, fueron otros los establecimientos que quisieron aprovechar el rebufo, y actualmente ya encontramos más de una decena. Por ejemplo, en Mathom podemos encontrar todo tipo de juegos de mesa: desde el moderno Catán hasta una infinidad de barajas de naipes diferentes para practicar el blackjack.

También encontramos tiendas centradas en otras sagas míticas, como es el caso del popular manga Dragon Ball, serie creada por Akira Toriyama que marcó un hito en el dibujo japonés. El nombre seguro que sonará a los fans: KameHame Shop.

Si seguisteis la serie Juego de Tronos, las galerías Maldà son también una visita obligada. En Thronestore BCN disponen de todo tipo de productos licenciados. Espadas, tazas, colgantes… existe incluso una réplica del mítico trono con el que se relacionaba la acción de la obra adaptada por HBO.

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Otra tienda curiosa es Funko Barcelona. Su propuesta es muy sencilla: intentar ofrecer la mayor cantidad posible de figuras relacionadas con la marca. Si habéis visitado últimamente alguna tienda de regalos, seguro que habréis visto expuestas estas miniaturas. Son caricaturas con la cabeza muy grande que usan un patrón común para representar a todo tipo de personajes y figuras públicas. En este lugar podéis encontrar una variedad casi infinita.

También hay otras tiendas centradas en confección fantástica. Una de las que más llama la atención es Uchronic Time, donde se pueden adquirir prendas relacionadas con el universo Steampunk. Muy cerca también se encuentra el Costurero Real, donde se pueden encargar prendas relacionadas con la fantasía y con el mundo medieval. Hay ofertas para todos los públicos.

Finalmente, no podíamos terminar nuestro recorrido sin citar una de las tiendas centradas en una de las sagas más prolíficas de la historia: Star Wars. Como no podía ser de otra manera, también encontramos un comercio que orbita alrededor del universo creado por George Lucas.

Les Galeries Maldà demuestran que para triunfar hace falta una buena idea, ser auténtico y ofrecer a los clientes lo que más demandan. Si os gustan algunas de las ficciones que anteriormente hemos citado, o si sois personas curiosas, pasear por este antiguo núcleo comercial es toda una experiencia. Una manera de descubrir otra Barcelona que intenta acercarnos productos de calidad, auténticos y especializados que antes era imposible adquirir. Una amalgama de tiendas que encajan a la perfección y que emulan los típicos mosaicos modernistas de la capital catalana.