La imagen que encabeza este Articulo no puede ser más explícita, y al mismo tiempo, más hermosa. Se trata de una de las cuatrocientas cincuenta esculturas que forman “La Evolución Silenciosa”, una exposición perteneciente al MUSA (Museo Subacuático de Arte).
Este museo museo escultórico está situado bajo las aguas del Mar Caribe, junto a la costa de Cancún (México). Las impresionantes esculturas, llenas de poesía y sentimiento (y al mismo tiempo de una gran modernidad), han sido realizadas por el escultor Jason de Caires Taylor para crear el museo submarino más hermoso del mundo.
Las esculturas se encuentran en constante transformación gracias a la erosión del agua marina y la colonización de los organismos vivos que pueblan el mar. De esta forma, este lugar se convierte en una de las inmersiones más espectaculares y originales del planeta, donde el arte se funde con la vida submarina para deleite de buceadores expertos y aficionados.
Basta con equiparse de un simple tubo y gafas para poder admirar las obras situadas en las “salas submarinas” del MUSA más cercanas a la superficie. En ellas, en un mundo de silencio y colores sobrenaturales, las esculturas recrean la historia de la Atlántida de Platón y permanecen en constante simbiosis con el entorno, la fauna y la flora subacuáticas que las rodean. Escenas melancólicas cuyos protagonistas son mujeres-mariposa, ancianos, un hombre sentado para siempre frente a un televisor, pianos que se transforman…
Otras salas más profundas pueden ser visitadas por submarinistas más experimentados. Están situadas tan solo a ocho metros bajo la superficie del mar, lo que hace que puedan contemplarse desde arriba en su totalidad. Las esculturas están realizadas con una mezcla de cemento respetuoso con el medio marino. Su creador y director, Jason de Caires Taylor, ha realizado intervenciones similares en otras costas y su obra puede verse en la página web Underwatersculpture.com.
Playas de Cancún y la Riviera Maya
