Para llegar a la pequeña bahía de Las Peñitas tome la carretera núm. 200 que va de Acapulco a Pinoteca Nacional (Oaxaca) y a menos de 5 km, antes de llegar al pueblo de Marquelia, se toma la desviación a la derecha, hacia Barra de Tecoanapa a 155 km, que lleva por un camino de terracería directamente hasta la playa.

Es una bella playa protegida entre grandes formaciones rocosas, las cuales motivan el nombre que tiene. Las Peñitas está considerada un sitio muy especial, por sus particulares características geográficas.

Destaca la tranquilidad de sus aguas, de calmo oleaje y su arena clara, detalle a veces difícil de hallar en el entorno de las costas de Guerrero. Otro aspecto sobresaliente con respecto a Las Peñitas, se relaciona con sus vestigios arqueológicos, los cuales nos permiten detectar la presencia que tuvo en el lugar, hace siglos, una etnia que hablaba náhuatl y que habitó en buena parte del actual municipio de Tomatlán. De allí que los visitantes puedan hallar en Las Peñitas y sus alrededores fascinantes rocas con petroglifos. Se advierte con ello que los indígenas del México Antiguo, quienes formaron grandes e importantes culturas precolombinas, admiraban la belleza silvestre de este paraíso costeño, de cara al vasto Océano Pacífico.

Playa Las Peñitas está integrada por dos grandes bahías: una que se muestra hacia el mar y otra más diminuta que se encuentra un tanto oculta por un entroncamiento. En esta última el oleaje es aún más suave y por lo consiguiente se presta para practicar la natación durante prácticamente todo el año.

Las áreas costeras mencionadas tienen una considerable extensión arenosa donde se pueden llevar a cabo los más apasionantes deportes playeros. Además, los visitantes hallarán allí rústicas pero eficientes opciones de alojamiento además de restaurantes donde se preparan pescados y mariscos de acuerdo a recetas de la región.

Varios servicios turísticos solo se instalan en Las Peñitas durante Semana Santa y días festivos, por lo cual, el ambiente solitario y prácticamente virgen del lugar no se ve alterado. En el entorno pueden hallarse algunos bares y restaurantes de excelente nivel así como también tiendas de abarrotes y farmacias, para conseguir lo necesario para tener una grata estancia en este rincón de las costas guerrerenses.

Es verdad, Las Peñitas es un destino esencialmente rústico pero en ella las noches se disfrutan más si se enciende una fogata y se vive una romántica velada en compañía de un grupo de amigos, teniendo como marco el radiante firmamento tropical.

Las Peñitas es un lugar por demás silencioso y paradisiaco que a todos cautivará. Y si bien estamos en una de las playas más tranquilas de la zona, es recomendable hacer campamentos cerca de las casas de los pescadores, ya sea montando una tienda de campaña o bien colgando hamacas en las enramadas que se levantan en el sitio.

En Las Peñitas, como en muchos otros lugares del territorio guerrerense, es posible gozar de la suculenta gastronomía local. Por ejemplo, son imperdibles el pescado frito, los camarones preparados de variadas maneras y diferentes guisados con frijoles y arroz. Todos ellos se ofrecen a precios muy accesibles y en cualquier momento del día. Por lo demás, la excelente ubicación geográfica que tiene la bahía, permite observar hermosas puestas de sol, teniendo como elemento que define el entorno, las extrañas formaciones rocosas de la playa.

Por tierra

Para visitar Las Peñitas vasta con partir de Acapulco con rumbo a Pinotepa Nacional, en el Estado de Oaxaca, siguiendo la carretera número 200. Posteriormente se sigue hasta la comunidad de Marquelia en donde se toma un desvío hacia Barra de Tecoanapa, a unos 155 km.

Se identificará de inmediato Las Peñitas por sus grandes formaciones rocosas y sus dos bahías.

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