Más que lugares en donde se destaca la belleza orgánica del planeta, existen algunos destinos que parecen sacados de una imagen completamente surrealista, esto debido a que sus panoramas cuentan con un atractivo casi increíble y perfecto para sorprenderse–una y otra vez– con la riqueza natural de su territorio. Entre ellos está la Tierra de los Siete Colores, con maravillosas dunas multicolor habitadas por tortugas gigantes, lo que resulta en un paisaje extraordinario y digno de conocer. Te contamos más sobre ellos.
Sin duda alguna, la Tierra de los Siete Colores es una de las maravillas naturales más espectaculares en todo el mundo, un espacio característico por su colorido vibrante y riqueza biodiversa, que se pueden apreciar a través de sorprendentes dunas multicolor y tortugas gigantes que pasean libremente por su territorio. Es un must para viajeros en búsqueda de nuevas aventuras y espacios surrealistas.
Este paisaje se ubica justo en los alrededores de la villa de Chamarel, que a su vez forma parte de la República de Mauricio en África, cuyo destino principal es la Isla de Mauricio. Aquí no solo podrás disfrutar de la belleza suprema en la Tierra de los Siete Colores, sino también escenarios paradisíacos y característicos por sus playas vírgenes de tonalidades turquesas, sus arrecifes infinitos habitados por especies submarinas, y su entorno montañoso de frondosidad sorprendente.
La Tierra de los Siete Colores es una de las atracciones turísticas más importantes de la zona, ya que alberga imponentes dunas y formaciones rocosas en colores diversos, ofreciendo a quien la visite un panorama de tonalidades rosas, púrpuras, violáceas y naranjas. Se formó a partir de la actividad erosiva de su suelo, conformado por metales de múltiples densidades y separados de forma completamente orgánica, lo que resulta en que sus colores no se mezclen y ofrezcan uno de los paisajes más surrealistas del mundo.
Aunado a esto, la Tierra de los Siete Colores se encuentra habitada por hermosas tortugas gigantes, que pueden llegar a medir hasta un metro de largo y caminan lentamente por sus dunas coloridas, y cuenta también con una cascada paradisiaca digna de descubrir.
Vale la pena visitar el lugar en compañía de un guía turístico, esto para conocer de primera mano las propiedades de su suelo y todos los aspectos relevantes de su patrimonio biodiverso, así como disfrutar un recorrido despreocupado y mucho más informativo.