España ofrece una infinidad de posibilidades de hacer turismo por todo el territorio por todo su rico patrimonio artístico e histórico. En esta ocasión, nos vamos a detener en los castillos. Algunos son muy famosos en el país, pero hay otros que tienen mucho encanto y, quizá, son menos conocidos o menos frecuentados, siendo destinos menos masificados a pesar de permitir disfrutar de una excelente experiencia y de un fin de semana, o más tiempo, diferente. Las opciones, como siempre comentamos, son múltiples, pero aquí va una propuesta con algunos de ellos que son ideales para escapadas o puentes como este de Todos los Santos.

Los destinos

La primera parada de esta ruta, la vamos a hacer en Pontevedra y, en concreto, en Tomiño porque allí se encuentra la Torre de Tebra. Es un destino que permite observar no solo este castillo, sino también toda la campiña gallega en la que se encuentra situado.

El color verde es el protagonista en esta zona tanto por el paisaje como por el jardín en el que también hay una piscina al aire libre, lo que le convierte en un destino ideal también para el verano. Y, si no apetece el agua, la zona permite dar paseos y practicar senderismo, así como ciclismo.

Otra de las paradas la hacemos en Ávila, en El Barraco, donde se encuentra una especie de isla amurallada en la que se encuentra el castillo. Situada en el centro del embalse de El Burguillo, es aproximadamente una hectárea de superficie en el que se encuentran viñas, árboles frutales y pinos, entre otras especies.

castillos
Es un destino ideal para practicar tanto senderismo como deportes acuáticos o simplemente pasear en barca, medio por el que además se llega a esta isla, que cuenta con acceso a playas y embarcadero.

La ruta continúa por Gerona, provincia en la que hay varios castillos de interés. Aquí destaca Llaés con el castillo de líneas románticas y medievales que data del siglo X y reconocido Bien Cultural de Interés Nacional y Patrimonio Histórico Protegido.

Desde el castillo, se pueden ver las vistas a las colinas verdes y al pueblo y disfrutar de todo el conjunto arquitectónico a modo de fortificación en la que se ha preservado la fisonomía de castillo. Merece la pena ver la torre del homenaje y el patio de armas, así como un pequeño cementerio. Además, no hay que perderse el recinto religioso con una zona ajardinada situada junto a la iglesia de San Bartolomé, de estilo románico.

También en Gerona, hacemos parada en Celrà, un enclave privilegiado entre las playas de la Costa Brava y de la ciudad y situado junto a una reserva natural. En este caso, Castel Celrá aúna tradición y modernidad. Por ejemplo, se pueden observar los elementos de la arquitectura tradicional de un castillo como la torre circular del siglo X cuadrada y los muros de piedra del siglo XIV, que se han preservado.

También se observan los techos abovedados con vigas de madera y piedra, las puertas y ventanas de arco redondo o comedor de piedra con bóveda de cañón. Entre los elementos contemporáneos, están la piscina privada –hoy está convertido en hospedaje-, y la terraza.

Y seguimos en Gerona para hacer parada en Amer. Aquí se encuentra la Torre de AMER, situada entre la Garrotxa y la Selva. Esto permite disfrutar de unas magníficas vistas de la naturaleza de la zona desde la terraza.

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En cuanto al estilo, cabe destacar que es un castillo medieval del siglo XIII, aunque hoy en día está reconvertido en casa rural para el hospedaje de hasta diez personas. Es un destino ideal para todas aquellas personas que buscan un ambiente tranquilo e íntimo.