Capri es uno de los destinos favoritos para el verano, siendo además una elección de muchos famosos y personas de alto nivel adquisitivo. Pero también se puede ir de vacaciones allí o bien pasar una estancia más corta como, por ejemplo, un fin de semana. Y es que la isla tiene muchos encantos, pero 48 horas pueden dar para mucho. Esto es todo lo que puedes (y deberías) hacer en dos días en Capri.
La isla
Capri es una isla pequeña a la que solo se puede llegar en barco desde Nápoles, Sorrento o Salerno por lo que hay que estar al tanto para poder coger la embarcación o ferry y no quedarse en tierra y, en consecuencia, perder tiempo de visita a esta isla, caracterizada por la exclusividad, lujo y glamour.
Una vez en ella, hay que recorrer La Piazzetta, que es la preciosa plaza del pueblo en la que se disfruta del ambiente de la isla. También hay que visitar la Vía Camarelle en la que hay numerosas tiendas de lujo y comprar las Canfora, que son unas sandalias hechas a mano.
Los jardines y las excursiones en barco para ver los Faraglioni y bordear el litoral para conocer secretos y leyendas, aparte de las cuevas y curiosidades de la naturaleza, son otras buenas opciones.
Relax
Capri también es una isla ideal para descansar y disfrutar de su gastronomía y ocio. No hay que dejar la isla sin saborear el tradicional coctail Bellini. Para comer, son buenas elecciones Lo Smeraldo o Add’o Riccio, así como el Beach Club La Fontalina donde se puede disfrutar de una buena sobremesa con vistas a los Faraglioni.
Para quienes quieran tomar una copa, las opciones pasan por la terraza del Grand Hotel Quissana, Da Paolino Restaurant, La Capannina o los diferentes beach club, que hay y en los que también se puede cenar. Para los más pudientes, está el Hotel Capri Palace que tiene estrella Michelin.
Y, tras la cena, se puede ir La Taverna Anema e Core como primera parada para, posteriormente, recorrer otros lugares nocturnos como el VV Club Capri para vivir la fiesta.