Los municipios españoles se están convirtiendo en destinos, que se han puesto más aún en valor con motivo de la pandemia. Una elección que suele estar basada en querer ir a un lugar no masificado, que permita estar al aire libre y contactar con la naturalaza y que tenga atractivo. Tres factores que están presentes en Alcalá del Júcar. Este municipio fue declarado Conjunto Histórico Artístico y cuenta con numerosos monumentos de gran interés.

Qué ver

Uno de los principales puntos de interés turístico de esta localidad manchega es la Ermita de San Lorenzo, que está situada sobre un pequeño montículo en uno de los márgenes del río. Llama la atención el estilo neoclásico de su arquitectura, que ha tenido que ser restaurada en diversas ocasiones.

Además de la ermita, en la que está San Lorenzo Mártir, que es el santo patrón de la localidad, se puede ver su plaza de toros, que figura entre las más antiguas de España y también llamativas porque tiene forma irregular. De hecho, recuerda a un estadio romano.

Siguiendo con el arte religioso, esta localidad alberga la Iglesia de San Andrés. La verdad es que es un templo bastante humilde, aunque su atractivo radica en su historia. Se cree que era el lugar de culto de la población rural de esta zona en la época de la invasión cristiana.

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Arquitectónicamente, destaca por su construcción robusta –tiene forma de cruz latina- en la que se han empleado sillares gruesos que dan paso a muros muy fuertes. Llamativas son también las dos puertas coronadas por arcos de medio punto, así como su puerta principal que desemboca en la cuesta Hondonera.

El recorrido por el municipio nos lleva al Castillo, que es el primer elemento que capta la atención de los turistas que llegan a la localidad, ya que está edificado en la ladera de la montaña al resguardo de un torreón de defensa de la época de los almohades, habiendo sido construido entre los siglos XII y XIII.

La visita monumental se puede completar viendo varios puentes como el Romano, que está en la parte central del municipio; el de Madera, que está en plena naturaleza, o el de Tolosa, que también está situado en una zona con rincones que tienen mucho encanto y atractivo para el turismo rural.