Vietnam es una ciudad poco frecuente en nuestra agenda a la hora de organizar un viaje, pero si eres de esos turistas a los que les apasiona la cultura oriental y los lugares exóticos tienes una cita en la capital del país vietnamita, Hanói.

Uno de los monumentos más importantes y representativos del país es el Mausoleo de Ho Chi Minh situado en la capital, concretamente en la Plaza de Ba Dinh, y donde se conservan los restos momificados de Ho Chi Minh, un político comunista y una figura muy importante para el país.

Antes de muerte, el político solicitó en su testamento que quería ser incinerado para que se repartieran sus cenizas por diversos lugares del país. Aunque los sucesores de su partido comunista ignoraron esta petición y decidieron construir un edificio de inspiración soviética donde depositar sus restos.

El Mausoleo está fabricado con mármol procedente de los refugios del Viet Cong, su estilo exterior resulta impresionante mientras que en su interior predomina la solemnidad por lo que es obligatorio guardar silencia, mostrar educación y respeto por todos los detalles y objetos de cada una de las estancias además de llevar ropa recatada, cubriendo tus hombros y tus piernas.

El Mausoleo, al igual que el Ho Chi Minh, tiene un gran valor para los vietnamitas por lo que valoran en gran medida acatar las órdenes de guardar la compostura. Otra excusa para visitar la capital vietnamita es saborear los majares típicos de la gastronomía del país.

Las salsas de pescado y las verduras son los protagonistas de los platos vietnamitas, una comida sana y equilibrada donde podrás degustar el famoso rollo de primavera o la sopa de tallarines de arroz. Un país exótico y desconocido que ofrece la oportunidad única de descubrir una cultura tan sorprendente como antigua que sorprenderá incluso a los turistas más instruidos en las costumbres orientales.